Lurín
El Centro de la SDC en Lurín, Perú, se inauguró oficialmente en 2003. Tres miembros de la Sociedad fueron enviados unos diez meses antes para estudiar el idioma y asistir a cursos sobre la cultura y la historia de Perú. Durante esos meses preparatorios los miembros residieron con los Misioneros Malteses de San Pablo (MSSP) en Lima.
A lo largo de ese tiempo también la Sociedad se involucró en el proyecto de reconstruir la casa y el Centro desde donde la SDC iba a realizar su trabajo misionero. La antigua casa y la capilla fueron construidas por el Rev. P. Carlos Azzopardi que, durante muchos años, trabajó tenazmente para que la SDC estableciera una misión en Perú. El P. Carlos había sido un miembro de la SDC que se trasladó a Australia y más tarde viajó a Perú, donde se convirtió en sacerdote diocesano.
En el primer año de su presencia en la parroquia de Julio C. Tello, los miembros se establecieron y empezaron a ayudar en la comunidad, especialmente en lo que se refiere a la catequesis. Asimismo, se constituyeron grupos de formación en la fe para niños, jóvenes y adultos, y clases regulares durante la semana para los niños.
En el segundo año de presencia, los padres de los niños que asistían a las reuniones programadas pidieron que se organizara algún tipo de actividad también para ellos. Así se formó un nuevo grupo que lleva el nombre de nuestro Fundador, Jorge Preca.
En la actualidad, además de las actividades desarrolladas en el Centro de la SDC, los miembros apoyan el curso de Confirmación de dos años establecido por la parroquia y celebran reuniones de catequesis en los centros parroquiales que están situados al norte y al sur de una zona llamada Mamacona.
El Centro de la SDC en Lurín abre diariamente para la instrucción catequética y la interacción social. Hay días específicos en los que asisten chicas y otros en los que el centro recibe chicos. Durante los fines de semana, en invierno, los miembros organizan excursiones al campo o hacen deporte en los terrenos de juego que hay en los alrededores del Centro. En los meses calurosos del año, van a nadar a la playa. Estas actividades son muy concurridas y los jóvenes las disfrutan mucho.
Cuando alguien visita este Centro, se da cuenta fácilmente del amor por la música que sienten los jóvenes peruanos. Guitarras, percusión, teclados y otros instrumentos locales complementan los gritos de alegría de los otros niños que juegan al fútbol en el patio o al ping-pong, al futbolín y otros juegos en el salón interior dedicado al esparcimiento.
Es muy bueno que estas actividades diarias reúnan a niños, adolescentes y jóvenes que, a su vez, los invitan a seguir creciendo en el amor a Jesús y los ayuda a respetarse mutuamente.
Puente Piedra
La primera conexión con esta comunidad comenzó con unos seminarios. Miembros de la Sociedad de la Doctrina Cristiana (SDC) de Lurín viajaron a Puente Piedra para compartir sus conocimientos con los catequistas locales. De esta semilla nació un vínculo que se ha ido fortaleciendo con el tiempo. En 2017, la SDC dio un paso más. Varios miembros se mudaron a Carabayllo para vivir y trabajar allí. Han acogido en los dos últimos años varios grupos; su misión: ayudar a las parroquias en la formación de la fe, tanto de niños como de adultos.
En el Centro de Puente Piedra, desde entonces, este espacio ha sido un hogar para la fe, donde niños y adolescentes participan con entusiasmo en cursos y actividades. La labor de la SDC no se limita al Centro. También siguen colaborando con grupos misioneros en diferentes parroquias, impulsando la fe permanente en la comunidad.