Los orígenes de la Sociedad de Doctrina Cristiana se remontan al comienzo del siglo XX, exactamente al 7 de marzo de 1907, día que se llevó a cabo la primera reunión entre el Padre Preca y un grupo de jóvenes.
San Jorge Preca, joven sacerdote en aquel momento, tenía el gran deseo de que hombres y mujeres laicos participaran activamente en la Iglesia dedicándose a la evangelización, ayudándolos a llevar una vida verdaderamente cristiana. San Jorge Preca estaba preocupado por la formación religiosa en la Iglesia local, la enseñanza del catecismo era deficiente. Se dio cuenta que, aunque Malta era prácticamente católica y la población iba a la iglesia, la mayoría de los malteses católicos sabían muy poco acerca de las verdades del cristianismo. En general, la religión se basaba en la práctica de devociones populares y privadas sin un conocimiento de la fe más profundo.
Cuando aún era estudiante en el seminario diocesano, San Jorge Preca entabló amistad con un grupo de jóvenes que solían pasar su tiempo libre compartiendo y jugando al fútbol frente a la iglesia después de su jornada laboral. Rápidamente estableció trato con ellos y comenzó a hablarles sobre los temas que les interesaban. Causó una profunda impresión en ellos, especialmente en un joven obrero del astillero, Eugenio Borg, quien se convertiría en el compañero fiel por el resto de su vida en la fundación de la Sociedad.
Posteriormente, el 7 de marzo de 1907, fue alquilada una pequeña vivienda para servir como primer centro de la Sociedad donde se reunirían. La Sociedad se expandió pronto, abriendo Centros en muchas parroquias de Malta. Esto llevó a una investigación oficial ordenada por el Vicario General de ese entonces, Monseñor Salvatore Grech, para examinar la Sociedad y sus actividades. Después de muchos años la investigación finalizó, su informe sobre el trabajo de la Sociedad recomendó solo pequeños cambios en las reglas fundamentales. Finalmente, en 1932, la Sociedad fue aprobada canónicamente en las diócesis de Malta y Gozo por el Obispo de Malta, Dom Mauro Caruana OSB.
La sección de mujeres de la Sociedad fue fundada en 1910 y siguió la misma espiritualidad que la sección masculina. Aunque las dos secciones de la Sociedad comparten un ideal común y siguen un patrón similar de actividades, son totalmente independientes entre sí, con administraciones separadas. El Superior General actúa como un signo de unidad entre las dos secciones de la Sociedad.
