¿Cuál es la enseñanza de la Iglesia sobre la inspiración de la Biblia? Exploraremos la comprensión que tiene la Iglesia de la inspiración bíblica, lo que significa la frase “Palabra de Dios” y cómo los autores humanos de las Escrituras encajan en este cuadro.
Comencemos con lo que queremos decir cuando decimos que la Biblia es inspirada. La Iglesia Católica enseña que la Biblia está inspirada por el Espíritu Santo.
Esto significa que el Espíritu Santo obró a través de los autores humanos de las Escrituras, guiándolos y dirigiéndolos para que escribieran lo que Dios deseaba revelarnos.
Imagínese a una persona subiendo un tramo de escaleras. A medida que sube, puede obtener una mejor vista desde los niveles superiores. La inspiración de Dios en la Biblia funciona de manera similar. Poco a poco, Dios se reveló y dio a conocer el plan de su bondad amorosa, plan que culmina en la persona y misión de su Hijo, Jesucristo.
Esta visión de la inspiración se refleja en “Dei Verbum”, la Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación del Concilio Vaticano Segundo. Este documento destaca los roles esenciales de la Tradición de la Iglesia y las Sagradas Escrituras en la búsqueda del hombre de la verdad y la salvación.
Otro concepto importante relacionado con la inspiración es la idea de la Palabra de Dios. La Iglesia Católica enseña que la Biblia no es sólo un libro humano, sino uno divinamente inspirado. Esto significa que las palabras de la Biblia no son meramente palabras humanas, sino palabras que provienen de Dios.
Por eso la Iglesia enseña que la Biblia no tiene error en todo lo que afirma en materia de fe y moral. Cuando la Biblia habla de cuestiones de fe y de moral, es enteramente digna de confianza y seguridad, porque está inspirada por el Espíritu Santo.
Por supuesto, la Biblia fue escrita por manos humanas, y esto plantea algunas preguntas importantes sobre cómo los autores humanos encajan en esta imagen de inspiración.
La Iglesia Católica enseña que el Espíritu Santo obró a través de estos autores humanos, utilizando sus dones, personalidades y estilos de escritura únicos para transmitir el mensaje de Dios.
Al mismo tiempo, la Iglesia reconoce que los autores humanos no fueron perfectos y que escribieron dentro de los contextos culturales e históricos de su tiempo. Esto significa que debemos tener cuidado al interpretar las Escrituras y que debemos considerar el contexto histórico y cultural de cada libro.
Entonces, ¿qué significa esto en la práctica? Veamos algunos ejemplos de cómo la Iglesia Católica explica la inspiración de la Biblia por el Espíritu Santo.
Considere la creación de la tierra y los primeros seres humanos. A través de investigaciones científicas sabemos que la tierra no fue creada en seis días, pero la inspiración del pasaje es que Dios creó y sostiene todo. Dios creó a los humanos como hombre y mujer, y se complementan entre sí.
En el libro del Éxodo Dios le pidió a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y la colocara en un asta para que quien la mirara se sanara de los efectos de las picaduras de veneno. Esto sería visto más tarde a la luz del Nuevo Testamento como una imagen de la salvación a través de Cristo Crucificado.
En resumen, la Iglesia Católica enseña que la Biblia está inspirada por el Espíritu Santo y que la Biblia es la Palabra de Dios. Los autores humanos de las Escrituras escribieron bajo la guía y dirección del Espíritu Santo, utilizando sus dones y estilos de escritura únicos para transmitir el mensaje de Dios. La interpretación de la Sagrada Escritura es un proceso delicado que debe realizarse con cuidado, con una consideración constante del contexto histórico y cultural de cada libro de la Biblia.