Padre Jorge Preca, un sacerdote maduro y santo escribió este libro a la edad de sesenta y siete años, en 1947, Con un profundo furor para compartir su experiencia de Jesús con los demás. El libro, enfocando sobre la experiencia de la vida espiritual del mismo Padre Preca, sirve como un manual para imitar a Cristo.
A través de noventa y un pasos, que originalmente eran llamados “passus”, el autor guía a los lectores a vestirse con el espíritu de Cristo, despojándose del viejo yo en el proceso. El contenido del libro es profundo y práctico, y pasa de las virtudes cristianas básicas a una profunda adquisición del espíritu de Cristo.
Padre Preca se basa en la Biblia, particularmente en el Nuevo Testamento, y en la sabiduría de los maestros espirituales de la Iglesia para respaldar sus argumentos. El estilo de escritura es fluido, con expresiones concisas del autor. Los pensamientos profundos de Padre Preca. Se anima al lector a meditar para captar la sabiduría del autor, quien repite verdades básicas de diversas maneras para reforzarlas.
Los capítulos finales se resuma los puntos clave mencionados anteriormente, conduciendo a un clímax con un análisis profunda de la fisonomía y de las actitudes de Jesús. La conclusión reúne entonces el enfoque principal del pensamiento. Si bien algunas partes del libro reflejan las influencias teológicas y espirituales sobre el Padre Preca, el efecto global se describe como saludable, exigente y enriquecedor. La esperanza es que los lectores experimenten, las palabras de San Pablo: “y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas 2:20).
El siguiente es el Capítulo 2 del Santuario del Espíritu de Cristo:
Oración:
Señor Dios, tú estás aquí. Yo Estoy en ti: lléname del espíritu de Cristo Jesús, mi Maestro.
Reflexión:
Cualquier persona que quiera disfrutar de la paz de Dios, y que quiera servir y glorificar a Dios, no necesita hacer nada más que esforzarse por desarrollar y preservar el espíritu de Cristo dentro de sí mismo. San Pablo enseñó claramente que quien no posee el espíritu de Cristo, no le pertenecerá (Rm 8,9).
Y si alguno no pertenecer a Cristo, ¿a quién podrá pertenecer? Cristo dijo que quien no está con Él está contra Él (Mt 12,30). Por lo tanto, se estaría con Satanás, el adversario de Cristo, el verdadero destructor de toda Verdad y Justicia.
Cristo ofrece un reino eterno de felicidad, mientras que el reino de Satanás está marcado por un reino eterno de llanto y sufrimiento. Para pertenecer a Cristo es necesario practicar un espíritu de abnegación persona y paciencia. Para estar al lado de Satanás es permitirse todas las satisfacciones de carne y hueso.
Cuidemos, con diligencia y fervor, de ser llenos del espíritu de Cristo para que estemos realmente para Cristo.
Y quien no quiera pertenecer a Cristo, recuerde que la muerte, que sucede una sola vez, tendrá que cosechar lo que sembró con su pecado.
Inspiración:
Cristiano devoto, aprecia el silencio; y romperlo sólo por motivos buenos.