Alégrate, Virgen María,
porque has encontrado gracia ante de Dios,
tú que creíste en la palabra del Arcángel Gabriel,
concebiste al Dios y Hombre permaneciendo Virgen.
Y después de darlo al mundo permaneciste Virgen.
Madre de Dios, intercede por nosotros.
Oh Virgen Bendita,
oh Puerta del Cielo,
oh Madre de la Misericordia,
oh Delicia de Dios,
ruega por nosotros;
porque sabemos que aquel que te elevó a la dignidad de Madre Divina,
no te niega ningún favor. Amén.