Oh Dios, Padre del bendito Jesucristo, siguiendo la exhortación de tu Hijo,
te rogamos envíes obreros al mundo para enseñar a la gente que se encuentra en la ignorancia de la fe;
de tal forma que todos lleguen a conocerte,
al único Dios verdadero y al mismo Jesucristo que tú enviaste al mundo para ser su Salvador.
Sabemos que tú quieres que todos los seres humanos alcancen
la salvación y conocemos también que sin tu gracia nadie puede hacer nada;
por lo tanto, con confianza invocamos tu santo nombre sobre nosotros.
Solo una cosa es necesaria para nosotros los seres humanos:
alcanzar la salvación de nuestra alma.
Podemos lograrlo si aparecemos ante tus ojos como objetos de tu misericordia.
Encontramos mucho consuelo al saber que tú eres siempre misericordioso y perdonas,
por lo que entregamos nuestro espíritu en tus manos.
Todo honor y toda gloria sean por siempre y únicamente a ti, oh Todopoderoso. Amén.