Pequé, Señor… y el pensamiento sobre tu justicia divina me cubrió de temor… La destrucción de las obras de tus manos… tu Hijo muriendo en la cruz… y la muerte que siempre me espera… me oprimen el corazón hasta llorar mis culpas… delante de tu indignación.
Señor, ten piedad – Señor, ten piedad – Señor, ten piedad
A la Segunda Persona Divina
Pequé, Señor… pero tu caridad y misericordia… motivos por los que viniste como siervo y que ejercitaste con nuestros antepasados pecadores… siempre con dulzura…, me llenan el corazón de esperanza… del perdón de todas mis culpas.
Cristo, ten piedad – Cristo, ten piedad – Cristo, ten piedad
A la Tercera Persona Divina
Pequé, Señor… y siento el corazón quebrantado por el remordimiento al contemplar los beneficios que me has otorgado; merezco cruces… penas… muerte e infierno mil veces por mi ingratitud,… pero por tu bondad, no soporto estar separado de ti.
Señor, ten piedad – Señor, ten piedad – Señor, ten piedad