Eres un solo Dios en tres Personas.
Eres una Persona, oh Dios Padre.
Eres una Persona, oh Dios Hijo.
Eres una Persona, oh Dios Espíritu Santo.
Eres tres Personas iguales y distintas, pero no tres Dioses, pues Dios es uno: uno en naturaleza, en esencia, y tres en Personas.
Eres una Persona, oh Dios Padre, porque eres una sustancia que existe por sí misma dentro de la naturaleza divina, y actúas y actúas. Ten piedad de nosotros.
Eres una Persona, oh Dios Hijo, porque eres una sustancia que existe por sí misma, engendrada dentro de la naturaleza divina, y actúas y actúas.
Eres una Persona, oh Dios Espíritu Santo, porque eres una sustancia que existe por sí misma, procedente de la Persona del Padre y de la Persona del Hijo, y actúas y actúas.
Sin embargo, no hay tres sustancias, sino una sola.
Tú, oh Dios, eres incomprensible: ningún intelecto que hayas creado puede, con todos sus esfuerzos, llegar a comprenderte, ni tu naturaleza ni tus juicios y pensamientos. Para comprenderte, sería necesario ser Dios como tú, lo cual es imposible, pues solo tú eres Dios, y fuera de ti no puede haber otro, ni siquiera uno como tú.
Tú eres Dios, Señor del cielo y de la tierra; todas las cosas están bajo tu dominio, y en todas las cosas, buscas hacer tu voluntad para tu gloria. Somos tuyos y tú eres nuestro; solo a ti siempre te damos honor y gloria, a ti mismo, como tú nunca le darías tu honor a otro.