Esta semana, la mirada del mundo estará sin duda fija en la chimenea de la Capilla Sixtina, mientras la Iglesia Católica se prepara para el momento en que, el miércoles 7 de mayo de 2025, comenzará el cónclave. Este es el proceso mediante el cual se elegirá al próximo Jefe de la Iglesia Católica, el Vicario de Cristo, el Papa.
Mientras muchos especulan sobre quién podría ser el nuevo Papa, es vital recordar que, en esencia, se trata de un proceso de discernimiento. No se trata simplemente de una elección, sino de un camino espiritual en el que los Cardenales, abiertos al Espíritu Santo, buscan permitir que Dios elija, a través de ellos, a quien Él quiere.
Mientras los Cardenales desempeñan esta responsabilidad con un espíritu de oración y profunda reflexión, con corazones en sintonía con el Espíritu, también nosotros estamos invitados a unirnos a ellos en oración; para que la Iglesia sea bendecida con un nuevo pastor, dispuesto a pastorear el rebaño de nuestro amado Jesús.
Oremos para que el elegido sea un maestro que proclame la verdad del Evangelio con valentía y autenticidad.
Oremos para que sea un guardián que defienda la unidad de la Iglesia y mantenga fielmente sus enseñanzas y tradiciones.
Oremos para que sea un pastor que cuide con amor del rebaño, especialmente en los momentos más significativos de la vida.
Oremos:
Oh Dios, Pastor eterno,
que guías a tu rebaño con cuidado paternal,
concede a tu Iglesia un Pastor según tu corazón,
santo en su vida, vigilante y dedicado en el cuidado de tu pueblo.
Por tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor,
que es Dios, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén.