En el Monte Tabor, mientras Jesús aparecía en glorioso esplendor, se oyó una voz que decía: “Este es mi Hijo, mi escogido. ¡Escúchenlo!” (Lucas 9,35). Dios Padre nos invita a escuchar la voz del amado Jesús. Desde la fundación de la SDC, San Jorge Preca animó a los primeros miembros a memorizar las enseñanzas de Jesús, registradas en los cuatro Evangelios, y a referirse a estas palabras como la Voz del Amado. Creía firmemente que, para quien busca construir una base sólida para la vida cristiana, nada podría ser más esencial que las enseñanzas de nuestro amado Jesús. Una frase que San Jorge Preca repetía con frecuencia era: “¡Sean amigos del Evangelio!”.
Esta Cuaresma es un momento propicio para reflexionar sobre esta profunda enseñanza de Jesús y sobre el mandato dado por Dios Padre en el Monte Tabor: escuchar y vivir según la palabra de Cristo. Se nos anima a profundizar nuestra amistad con el Evangelio durante este tiempo, no sólo reservando momentos cada día para leer un pasaje de la Escritura y orar por él, sino también haciendo un esfuerzo por memorizar una o dos frases, manteniéndolas cerca de nuestros corazones y repitiéndolas a menudo en oración.